es un emblemático Destino de Playa de la Costa Brava, a medio camino entre Barcelona y la frontera francesa, en el litoral de Girona.
Antigua población de pescadores, esta ciudad guarda un inmenso potencial histórico. Acoge una de las murallas más significativas de la zona, con espectaculares torres de defensa que continúan custodiando el casco viejo de la población.
El recinto amurallado que se levantó como protección de las frecuentes invasiones piratas, fue construido entre los siglos XII y XIV y aún se conserva casi intacto con tres grandes torres cilíndricas: del Condolar, de las Horas y de Joanás.
Pero además Tossa de Mar tiene lugares de gran belleza, llenos de vegetación e impregnados de aromas naturales, que se extienden entre acantilados y originales miradores que recorren el mar dibujando playas y calas.
Entre Cala Morisca y Cala Salions, se distribuyen una docena de playas y calas. Algunas de difícil acceso como Porto Pi, otras donde se practica el nudismo como la Cala Figuera, una antigua cala de pescadores como la Platja d’es Condolar, otras urbanas y concurridas como Playa Grande y Gran Menuda, alguna muy tranquila y sin servicios pero segura como Cala Futadera o también bien protegida y con pocos metros de arena como Cala Bona.
En fin… la costa de Tossa de Mar nos brinda espacios para todos los gustos y además, cuando nos alejamos del mar hallamos una ciudad activa, con una importante oferta deportiva, comercial y nocturna, llena de fiestas y tradiciones, bailes, sardanas, ferias y exposiciones.
Si queremos visitar más espacios naturales podemos continuar por el Macizo de Cadiretes, una gran zona natural en la costa de Girona que ocupa gran parte del término municipal de Tossa de Mar. También es posible visitar el Parque de Sa Riera a unos 50 metros del núcleo urbano.
Cuando reservas , no sólo disfrutas de sus playas. El antiguo asentamiento medieval de la costa catalana, tiene mucho más para ofrecer.
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