Sobre Óbidos
En el en la Costa del Plata de Portugal nos detenemos en la villa fortificada de . Atrapados por su encanto y atraídos por ese embriagante aroma a chocolate, producto de su fiesta internacional, llegamos a esta aldea ensoñadoramente recostada a orillas del Atlántico en la Costa de Portugal a 75 kilómetros de , 40 de , 245 de y a unos 370 kilómetros de .
Sistema Lagunar
Con sus calles ondulantes festoneadas por típicos caseríos de color blanco, Óbidos se recuesta lánguidamente a orillas del Atlántico ocupando una larga elevación cercana a la Laguna de Óbidos. Óbidos tiene hermosas playas a lo largo de la costa marítima, donde se destaca la Laguna del Rei Cortiço y el enorme acantilado al sur.
El marco paisajístico que ofrece la Laguna de Óbidos tiene áreas de enorme belleza como el denominado Pecurso dos Patos Reais. Los ríos Arnóia y Do Real vierten sus aguas en esta laguna y millares de aves aprovechan para anidar y alimentarse.
La Laguna de Óbidos es el recurso lagunar más grande de la Costa de Portugal. Sus aguas llegan hasta Caldas da Rainha, distrito de Foz do Arelho, por el norte y Vau de Santa María, al sur. Además de albergar una grandiosa fauna avícola, ictícola y de moluscos, la Laguna de Óbidos es un buen lugar para muchas actividades acuáticas durante todo el año. Vela, windsurf, canoaje, remo, jetski y ski naútico son los deportes que más se practican.
En las márgenes de la Laguna de Óbidos, abriéndose hacia el mar está la Praia do Bom Sucesso. Se ubica justo frente al Foz del Río Arelho, del que los separan grandes manchones de arena.
Otras Playas
Siguiendo la orilla de la Laguna de Óbidos hasta el Baleal, hallamos un extenso arenal casi virgen, es la Playa de Covôes. Muy poco frecuentada, es un sitio ideal si se quiere gozar de esos rincones casi salvajes, tan escasos en otros lugares y tan comunes en las Costas de Portugal.
La Praia d’El Rei es una planicie de arena limitada por dunas, con un importante emprendimiento turístico compuesto por inmuebles y equipos de apoyo para los bañistas que la visitan.
Entre Óbidos y Peniche hay casi once kilómetros de cálido arenal que llegan hasta el Baleal, son las Playas de Rei Cortiço. El acceso a la playa presenta curiosas formaciones blancas conocidas como “arenitos”.
Cuando se visita Óbidos, en el centro de Portugal, es casi una obligación comenzar el recorrido por las murallas desprovistas de barandillas, que rodean la ciudad fortificada. A pesar de que en algunos tramos, la estrechéz del camino y la altura pongan a prueba el valor para continuar, bien vale la pena el riesgo. Este puede ser un buen momento para planear el recorrido por sus calles hasta llegar a las magníficas playas.
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