L'Ametlla de Mar
Siguiendo el aroma de los pinares que lamen las costas del Mediterráneo llegamos a . Estamos en la comarca de del Bajo Ebro en la provincia de y llegamos hasta aquí guiados por la promesa de más de 200 kilómetros de playas de la de .
Apenas se va ingresando a se anticipa un idilio intenso con la naturaleza, un cuadro de mar y tierra, colores y sabores nos dan la bienvenida en esta preciosa zona costera ubicada entre el Cabo de Terme y el Barranco de la Áliga. Con como núcleo y varias poblaciones dispersas a lo largo de sus 16 kilómetros, nos vamos familiarizando con nombres tales como
Cala Ampolles
La costa Mediterránea en esta zona se presenta casi inexplorada, se percibe el mítico sentimiento de estar descubriendo estos paisajes vírgenes, de perfil abrupto, los que dan paso cada tanto a playas y calas de características distintas. Algunas pedregosas, formadas por pequeñas piedras, otras con arena blanca y fina, rodeadas por esa vegetación tan particular que sólo se encuentra en la costa del Mediterráneo.
es también conocida como La Cala y ahora entendemos porqué. Una interminable nómina de calas compone esta costa. Cada una pareciera querer distinguirse y llamar nuestra atención, pero ante la imposibilidad de describir a cada una, debemos conformarnos con nombrarlas al menos.
Playa Alguero
En la zona norte hallamos: Codolar del Cap de Terme, Cala Llobeta, Cala Calafat (nudismo), Cala Lo Ribellet, Playa de Sant Jordi (nudismo), Cala Vidre, Cala Forn, , Cala Mosques, Playa Torrent del Pi, Cala Xelín, Playa de l’Estani Tort, Cala Ambrosio y Cala d’Arandes.
En la zona urbana de están Playa de Pixavaques (nudismo), Playa l’Alguer (nudismo) y Cala Pepo. En el sur nos encontramos con otro importante grupo de playas: Cala Bon Capó, Cala Bon Caponet, Puerto Natural de l’Estany, Playa de l’Estany, Cala Santes Creus, Cala de la Llenya, Cala l’Estany Podrit y Cala de l’Aliga.
L'Ametlla de Mar
en la de fue en sus orígenes refugio de navegantes y pescadores y uno de los núcleos habitados más importantes antes del siglo XX. Esa rica herencia marinera se esfuerza por mantener frente a la tendencia turística, productiva y cultural de la actualidad.
Cuando acudimos a sólo buscábamos sol y mar, pero nos encontramos con un refugio cálido, lleno de colores y sabores que son las delicias de las costas españolas.
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