Cuando uno reserva un aparthotel en Barcelona para pasar unos días en la ciudad condal no suele hacerlo con la intención de visitar sus playas sino sus monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad como La Sagrada Familia o el Parque Güell, subir al Montjuic o al sobrecogedor Templo Expiatorio del Sagrado Corazón en el Tibidabo o perderse en las ramblas disfrutando de las compras urbanas y la excelente gastronomía catalana como podemos ver en .

Pero lo cierto es que la ciudad condal cuenta con cuatro kilómetros de playas de arena dorada para darse un rápido chapuzón o descansar el cuerpo y los pies tras un día de ajetreado turismo. Sol, mar y gente, mucha gente variopinta y un ambiente cosmopolita es lo que el viajero encontrará en algunas playas como La Barceloneta, la más antigua y famosa de las playas de Barcelona, remodelada antes de los Juegos Olímpicos de 1992.

Es la más frecuentada por turistas extranjeros ya que es una de las más largas de la ciudad y además cuenta con equipamientos de ocio; pero no es la única, son diez en total: la playa de San Sebastián, San Miguel, Somorrostro, Nueva Icaria, Bogatell, Mar Bella (con zona nudista), Nueva Mar Bella, Levante y los baños del Forum.

Algo tendrán, si reciben más de siete millones de turistas al año y regresan encantados. Por eso, si estás pensando en pasar un par de días en la playita y a la vez disfrutar de una ciudad con innumerables encantos, no te lo pienses tanto.

Con 4 kilómetros de playas tendrás donde elegir e incluso si te estás alojando en un aparthotel en Barcelona durante más de una simple escapadita de fin de semana y quieres dar un salto a Sitges, está a sólo 30 minutos y ese sí que es, en cuanto a playa, palabras mayores.